La energía del sonido se utiliza para aumentar el flujo sanguíneo al pene para tratar la disfunción eréctil mediante un proceso de última generación conocido como terapia de ondas de choque.
Se aplican ondas acústicas suaves alrededor de la pelvis para ayudar a estimular el flujo sanguíneo a los órganos sexuales para aumentar la sensación y aumentar el placer.